Caracterización clínico epidemiológica de mujeres con cáncer de mama en Guisa

interesante trabajo . Describe y orienta sobre acciones de promoción y educación para la salud en la atención primaria sobre el autoexamen de mama para el diagnóstico precoz.

Buen trabajo felicidades a los autores

Muy interesante el trabajo. Nuestra labor de prevención y promoción es fundamental en ésta afección y a la vez dar herramientas a la mujer de como realizarse el autoexamen de mama para que sea ella capaz de detectar anomalias o alteraciones en la mama ,acuda precozmente al médico y poner un tratamiento oportuno .

Excelente trabajo por que el cáncer de mama es una de las primeras causa de muerte en la mujer,el que más a menudo descubre la misma paciente y con el accionar del personal de enfermería en la atención primaria donde da educación y promoción en cuanto a los factores de riesgo como es el hábito de fumar.la dieta,historia familiar,herencia además del explicarle el autoexamen de mama para llegar un diagnóstico precoz.

Excelente trabajo .Un tema muy interesante.Felicidades.

Importante trabajo para nosotros las nuevas generaciones sobre acciones de promoción y educacion para la salud la importancia que tiene el autoexamen de mama para llegar un diagnóstico precoz.

Felicito al autor, ha investigado en una de las afecciones que más afecta a la mujer desde diferentes puntos de vista, orienta para su prevención y detección temprana.

Gracias a todos por sus comentarios.

Tema importante en el que todavía hay que profundizar en la pesquisa activa con el objetivo de su diagnóstico precoz. Al respecto quiero compartir algunos aspectos epidemiológicos sobre el tema.

Existe consenso de que hay grupos de mujeres que presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. A continuación, les comento algunos de estos factores de riesgo.
Factores propios de la mujer. Entre los factores propios de la mujer, que se asocian con la aparición del cáncer de mama, se encuentran los siguientes:
– Edad: El riesgo aumenta con la edad, con una incidencia máxima entre los 55 y 65 años.
– Género: El cáncer de mama es 100 veces más frecuente en la mujer que en el hombre.
– Raza: Al parecer la incidencia es mayor en americanas blancas que en afroamericanas, aunque estas diferencias podrían ser genéticas o por diferentes estilos de vida.
– Antecedentes familiares de cáncer de mama: Las mujeres que tienen un familiar de primer grado con cáncer de mama tienen el doble de riesgo que las mujeres sin antecedentes. Este riesgo se modula en función del número de familiares de primer grado que han presentado cáncer de mama y de la edad a la que lo han hecho. Menos del 10 % de los cánceres de mama son claramente hereditarios: entre las mutaciones que se han implicado en el cáncer de mama heredofamiliar cabe destacar las de los genes BRCA-1, BRCA-2, p53, ATM y PTEN.
– Peso: El sobrepeso a partir de la menopausia (índice de masa corporal superior a 30) se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, lo que se atribuye a altos niveles de estrógenos periféricos y altos niveles de insulina.
– Lesiones mamarias benignas: Se asocia a un mayor riesgo de cáncer de mama aquella que tienen proliferación con atipia.
– Antecedente personal de cáncer de mama: El 4 % de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama (in situ o invasivo) desarrollará un cáncer de mama contralateral en los 7 años siguientes.
– Densidad mamaria: Aquellas mujeres que presentan una mama mayoritariamente densa en la mamografía tienen cinco veces más riesgo de desarrollar un cáncer que las mujeres que las tienen mayoritariamente grasas.
– Niveles altos de estrógenos: Las mujeres que presentan unos niveles séricos más altos tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama, tanto en la premenopausia como en la posmenopausia.
– Factores reproductivos: En sentido general, todas aquellas características de la mujer que hayan supuesto una mayor exposición a estrógenos conllevan un mayor riesgo de cáncer de mama; se incluyen también la menarquia precoz y la menopausia tardía. La nuliparidad aumenta el riesgo, en parte por la continua exposición a los cambios de proliferación inducidos por el ciclo menstrual y por la falta de maduración definitiva de la glándula mamaria, que se produce durante la gestación y la lactancia.
– Primiparidad más allá de los 35 años: Aumenta también el riesgo, por la proliferación y maduración tardía de una glándula que ya tendrá acumulada una elevada tasa de mutaciones por factores extrínsecos. La lactancia materna es un factor protector, por la maduración definitiva que induce en la glándula mamaria y por la anovulación que se produce con frecuencia durante este proceso.
Factores externos o ambientales. Se ha demostrado, en diversas investigaciones, que el factor ambiental incide en el desarrollo del cáncer de mama. Entre sus causas se describen las siguientes:
– Administración exógena de hormonas: El tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia se ha relacionado claramente con un aumento en la incidencia del cáncer de mama.
– Actividad física: Parece ejercer un efecto protector, no solo en el control del peso, sino también en la regulación de los niveles de estrógenos e insulina.
– Alcohol: El incremento del riesgo de cáncer de mama es dependiente de la dosis y empieza ya con la toma de tres bebidas alcohólicas a la semana.
– Tabaco: la relación del cáncer de mama con el tabaco es muy controvertida, pero, al parecer, el inicio en edades jóvenes -durante mucho tiempo, y más de 20 cigarrillos al día, podría incrementar el riesgo de cáncer de mama.
– Dieta: La ingesta de abundantes frutas y verduras parece tener un efecto protector. La ingesta de grasas saturadas aumenta débilmente el riesgo. No existen evidencias de que la ingesta de carne roja incremente el riesgo.
– Radiación ionizante: La radiación terapéutica sobre el tórax aumenta claramente el riesgo de desarrollar un cáncer de mama, con una máxima susceptibilidad entre los 10 y 14 años, aunque el efecto existe en mujeres irradiadas hasta los 45 años.
En sentido general, en este grupo de factores de riesgo parece incidir de manera especial, como factor predisponente, la excesiva y prolongada acción de los estrógenos, lo que se ha demostrado también al suprimir las funciones productoras o neutralizarlas con sustancias antagónicas.

Se ha comprobado que, a una mayor asociación de factores, corresponde una mayor incidencia de cáncer mamario. Es ineludible que dicho conocimiento permite agrupar a estas mujeres y dirigir hacia ellas las acciones de salud necesarias para la prevención y el diagnóstico.

Saludos Dr. Joel Rondón Carrasco

Interesante este trabajo. La labor de prevención y promoción es importante en el cáncer de mama. Una enfermedad mortal pero también prevenible si se realiza un diagnóstico oportuno.