Convocatoria
La carga de enfermedades infecciosas en Cuba se refleja en patologías torácicas complejas.
En 2022 la tuberculosis pulmonar tuvo solo 6 casos nuevos por cada 100 000 habitantes (aproximadamente 706 casos en 2023) y la incidencia de nuevos diagnósticos de VIH/SIDA fue de 20 por cada 100 000 habitantes. La OPS destaca que Cuba vive “continuas epidemias de dengue y oropouche en todo el país”, lo que aumenta el riesgo de complicaciones respiratorias graves.
Estas enfermedades infecciosas suelen causar derrames pleurales, empiemas y otras lesiones pulmonares o pericárdicas que requieren intervenciones especializadas. Ante este panorama epidemiológico, se hace indispensable disponer de técnicas mínimamente invasivas, como la videotoracoscopia (VATS), para el manejo diagnóstico y terapéutico de las patologías torácicas asociadas a TB, VIH y arbovirosis.
La tuberculosis pulmonar en Cuba, aunque de baja incidencia, genera frecuentemente compromiso torácico. La pleuritis tuberculosa o empiema requiere confirmación histológica (biopsia pleural) y drenaje quirúrgico.
La pleuroscopia videotoracoscópica ofrece una precisión diagnóstica cercana al 95% en TB pleural, muy superior a técnicas de aguja ciega. Además, la cirugía toracoscópica permite tratar eficazmente empiemas complejos: p. ej. facilitando la liberación de tabiques y lavado pleural en fases avanzadas. Para lesiones pulmonares cavitadas crónicas, las resecciones atípicas toracoscópicas (multiport o uniportal) son menos lesivas que la cirugía abierta. En resumen, la VATS multimodal (biopsia, drenaje o resección) optimiza el manejo de la TB torácica, ya que reduce el dolor, las complicaciones postoperatorias y acelera la recuperación en comparación con abordajes convencionales. Los pacientes con VIH/SIDA constituyen otro grupo de alto riesgo.
En Cuba la incidencia de VIH fue de 20/100 000 en 2022. La inmunodepresión predispone a TB diseminada y a infecciones pulmonares oportunistas (Pneumocystis, aspergilosis, linfoma pulmonary, etc.) que pueden manifestarse con derrames pleurales, lesiones nodulares o adenopatías mediastínicas. En este contexto, la VATS es especialmente beneficiosa en enfermos frágiles: revisiones muestran que los pacientes de edad avanzada, con comorbilidades o función pulmonar reducida, son candidatos ideales para VATS sin anestesia general. Así, los cirujanos pueden tomar biopsias pulmonares o ganglionares y drenar derrames pleurales o pericárdicos con menor riesgo.
La capacitación en videotoracoscopia brinda un método seguro para diagnosticar y tratar las manifestaciones torácicas del SIDA, minimizando la morbilidad en estos pacientes. Por ello, un curso de formación en VATS (multiport y uniportal) permitiría capacitar a los cirujanos cubanos en procedimientos esenciales (biopsia pleural/pulmonar, resecciones atípicas, pleurodesis, drenaje de empiemas y ventanas pericárdicas) y así responder eficientemente a las patologías torácicas derivadas de tuberculosis, VIH y arbovirosis. La evidencia epidemiológica y quirúrgica demuestra que este entrenamiento especializado es necesario para mejorar los resultados clínicos en Cuba.

